"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes..."

domingo, 19 de diciembre de 2010

Fragmentos literarios

"…, y seguimos conversando hasta que se hundió en el mar el inmenso sol de candela. La realidad me parece fantástica. Mira a donde ha venido a parar nuestra luna de miel. Hoy miro para atrás, veo la fila de hombres que pasaron por mis camas, y daría el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor.

Gracias a Dios, encontré a mi chino a tiempo. Es como estar casada con el dedo meñique, pero es sólo mío.

Me miró a los ojos, midió mi reacción a lo que acababa de contarme, y me dijo: Así que vete a buscar ahora mismo a esa criatura aunque sea verdad lo que te digan tus celos, sea como sea, que lo bailado no te lo quita nadie. Pero eso sí, sin romanticismos de abuelo

En serio, terminó con el alma: no te vayas a morir sin probar la maravilla de vivir con amor."

-Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez


"Adiós, buen amigo. Me voy; no sé adónde: eso es lo de menos, me voy para no volver nunca. ¡Qué amargura ver que los únicos sueños que no pueden hacerse realidad son los sueños hermosos! Pero quizás esto es mejor, porque así cuenta uno con la hermosura perenne de sus sueños.

Sea feliz y deséele lo mismo a la única mujer que pensó en usted hasta el instante de conocerle y dejó de pensar desde el instante en que le conoció..."

-Pero... ¿hubo alguna vez once mil virgenes?
Enrique Jardiel Poncela


"...

-Sigamos derecho, derecho, derecho, otra vez hasta La Dorada.

Fermina Daza se estremeció, porque reconoció la antigua voz iluminada por la gracia del Espíritu Santo y miró al capitán: él era el destino. Pero el capitán no la vio porque estaba anonadado por el tremedo poder de inspiración de Florentino Ariza.

-¿Lo dice en serio?-le preguntó.

-Desde que nací-dijo Florentino Ariza-, no he dicho una sola cosa que no sea en serio.

El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.

-¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?-le preguntó.

Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, sietes meses y once días con sus noches.

-Toda la vida-dijo."

-El amor en los tiempos del colera
Gabriel García Márquez


"Y luego los ojos. Imposible imaginar unos ojos más opuestos a los de un ciego. Brillantes, expresivos, sin rodar como los de los locos, sin permanecer extáticos como el de Dios. Ojos humanos, cambiantes, auténticas ventanas del alma. A causa de los ojos, las cejas y el ama, le bastaba ponerse un vestido negro y unos tacones altos para parecer una reina. Una reina con gran ternura en su porte, especialmente cuando se hablaba de alguien que sufría o cuando, terminado el trabajo en la cocina o en los dormitorios, se quitaba el delantal y se sentaba en el comedor a repasar la ropa bajo un precioso calendario de corcho que representaba una tempestad. "

-Los cipreses creen en Dios
José María Gironella


"…, cuando se me acabó la esperanza me refugié en la paz de la música. Fue como un bebedizo emponzoñado: cada palabra era ella. Siempre había necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendía más a la música que a la escritura. Entonces fue al revés; sólo pude escribir a la sombra de la música. Mi vida se llenó de ella. Las notas que escribí aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor.

La falta de sosiego acabó con el rigor de mis días. Despertaba a las cinco, pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginándola en su vida irreal de levantar a sus hermanos, vestirlos para la escuela, darles el desayuno, si lo había, y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones.

Pasé hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecánico ni de día ni de noche, sin bañarme, sin afeitarme, sin cepillarme los dientes, porque el amor me enseñó demasiado tarde que uno se arregla para alguien, se viste y se perfuma para alguien, y yo nunca había tenido para quién."

-Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez


"Ocurrió que, al cabo, comenzaron a esparcirse las visitas al gabinetito... Cesaron al fin del todo. El terrón de azúcar del amor se disolvía en el café del hastío. La ilusión, como los motores, marcha bien al principio; empieza luego a tener pannes y, por fin, queda inservible... y aquel motor se paró, ya exhausto. "

-Prologo de ¡ Espérame en Siberia, vida mía!
Enrique Jardiel Poncela


"Como a veces ocurre, en un momento dado el tiempo se detuvo y ese momento duró más que cualquier otro. Y el sonido se detuvo, y el momento se detuvo durante mucho tiempo, mucho más tiempo que un momento."

-De ratones y hombres
John Steinbeck

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