"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes..."

domingo, 26 de septiembre de 2010

Quizá en este momento sólo necesite ver cómo el tiempo pasa y dejar que la decisión más acertada salga flotando de entre toda la mierda que me llena y rodea en el mundo. Aunque ahora que lo pienso, quizá esa decisión sea demasiado egoísta como para realizarla.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La inutilidad de sufrir

Ahora mismo veo la inutilidad de sufrir por estas cosas. No cambiará nada que yo esté angustiado por verte o hablarte, cuando eso no cambiará el hecho de que no ocurre. Por eso estoy ahora mismo entendiendo la inutilidad de este sufrimiento. Por mucho que yo desee algo, ese algo no vendrá a la realidad. Así que, no sé si dejar de desearlo, si dar por vencido mi deseo y dejar entrar a lo que posiblemente sea la realidad: nunca desearás esto de la misma forma en que yo lo desee.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Dejame preguntarte...

-Déjame preguntarte una cosa, ¿Por qué? ¿Por qué sigues persiguiéndome de esta manera? Cuando voy a un sitio, tú vienes detrás, y cuando decido hacer una cosa, tú estas siempre allí diciendo que me estás apoyando. Yo no creo que sea así, más bien creo que solo lo haces por ti, por sentirte bien jodiendome un poco el día.

-¿De verdad quieres saber por qué hago eso? De acuerdo, lo sabrás. Si te persigo, como dices tú, no es más que porque una persona una vez me dijo que cuando tuviera un deseo en mi vida, no dudara en perseguirlo hasta hacerlo realidad. Que si alguna vez quiero algo de verdad, tengo que luchar por conseguirlo. Y en este mismo instante, mi deseo y lo que quiero es estar a tu lado, ya sea como amigo, algo más, o solo como persona anónima que te ve pasar por el mundo; porque lo único que necesito para sentirme tranquilo y bien en mi interior es verte pasar por la calle, verte sonreír en una terraza, o simplemente oírte reír por alguna tontería por teléfono. Y creo que no pido mucho con eso, porque no te pido ni que me mires, ni que te preocupes por mí como yo me preocupo por ti. Solo pido ser testigo de esos pequeños e insignificantes momentos de tu vida que parecen no ser trascendente en el mundo; pero que para mí son los que hacen que el mundo tenga sentido.

martes, 21 de septiembre de 2010

Ese elefante

No podemos pretender que este elefante no se encuentra ahí en medio, mirando inquisitivamente a nuestra persona. Quizá tú no lo deseaste, quizá ni siquiera pensaste que fuera posible que estuviera allí un día; pero ya llegó el momento, tú y yo debemos plantar cara a este momento. Créeme si te digo que no será fácil. Ahora al mirar mis manos sólo veo vacío entre mis dedos, donde antes hubo otros dedos ahora sólo me queda eso. Y a pesar de no querer darte pena, creo que la única forma en que consigo tu atención es dándotela. Pensar en lo que pudo ser no podría ayudar, y aunque pueda parecer un recurso fácil, en realidad es un duro trabajo reconocer dónde hubo fallos. Sé que estuve equivocado. Sé que di demasiado de mí cuando en realidad no había ganado nada a cambio; pero ahora es tarde para rectificar, y no pensaba hacerlo. No me arrepiento de lo que hice, por mucho que pueda parecerlo. Cada día que pasa estoy menos de acuerdo con la frase de Love Story. Si amar significara no tener que decir nunca lo siento, entonces nunca he querido a nadie tanto, y eso sería un duro golpe para mi autoestima. Así que, dejemos de intentar evitar al elefante, porque seguirá mucho tiempo entre nosotros, y se merece algo de atención, por lo menos yo lo creo así.