"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes..."

viernes, 26 de noviembre de 2010

Hay veces que nos encontramos pillados, sin saber qué hacer o decir. Algo ocurre en nuestra vida, no espera una respuesta ni que hagamos nada, pero sentimos la necesidad de decir o hacer algo y somos incapaces de realizarlo. En esos momentos es cuando nuestra verdadera careta sale a flote. Si en el fondo de nuestra persona somos alguien ingenioso y maduro sabremos decir o hacer ese algo que haga que sintamos que no podíamos dar más de nosotros en la situación. Si, por el contrario, no somos ingeniosos, o maduros, o los dos, lo único que saldrá de nosotros es sufrimiento y resentimiento, y por lo general toda la tensión acumulada del día. De nuestra reacción ante el momento derivará el cómo encararemos lo que quede de día; así que, suerte en tu momento trascendental, porque yo en el mío de hoy he fallado. Al menos ya no queda nada de día, sino estaría muy jodido por dentro.

(8)
...Quizá te estoy mintiendo,
resulta que no puedo aceptar
que aún te echo de menos
y que este menos vaya aún a más...
(8)

No hay comentarios:

Publicar un comentario