Día un tanto raro. Día un tanto largo. Éso ha sido mi día, y creo que sólo con eso podría dar por zanjado el asunto. Levantarse temprano (las 7 de la mañana se considera pronto, no?), a las 7:30 salir de casa, rumbo: consulado de Sudáfrica, al lado de Trafalgar Square para más señas. Cuando abren nos dicen que es mejor que nos pasemos por allí más tarde; así que decidimos irnos al consulado de Australia, también cerca de Trafalgar Square. Allí hay más suerte, y conseguimos hablar con una mujer, muy maja, por cierto, que nos dice a mi compañero y a mí que por ser españoles no podemos hacer uso del Working Holidays, un visado muy tocho que te permite ir al pais con la posibilidad de trabajar, para una estancia de un año con posibilidad de prorroga. Da igual, pues nos dice que podríamos conseguir un visado también muy tocho, el de trabajo, lo único que necesitamos es una oferta de trabajo de algún sitio de Australia, y ese visado dura 4 años. Además, la mujer nos ha dado información sobre sitios donde encontrar ofertas. La chica con la que hemos ido es francesa, y Francia sí tiene el acuerdo con Australia para el Working Holidays; así que ella tendría muy fácil ir, sólo necesita tener 2000 libras en el banco. Tras esto, nos hemos ido a desayunar, pues aún era pronto para ir al consulado Sudafricano. Starbucks siempre salva la vida de la gente que no tiene mucho más que hacer. Tras el desayuno nos hemos ido al consulado, y nos han dicho que es prácticamente imposible ir allí, que se necesita un trabajo de antemano, y no es fácil conseguirlo; vamos, que Sudáfrica se descarta de las posibilidades.
Vuelta a casa, a pasar las últimas horas de la mañana y las primeras de la tarde, antes de irme a currar, todo sin dormir en este intervalo. a las 16:30, hora local, dejo la casa, con destino Iberica London Food and Culture (osease, mi curro). Llego a mi hora. Entre en hora, y pasó la tarde medio moribundo por el sueño, la falta de compañía en mi puesto de trabajo (día libre del compi) y destrozado por el esfuerzo físico que conlleva mi trabajo. Gracias al cielo, a Dios, o a quién sea, sobrevivo a la tarde de curro y a la mañana de peregrinaje consular. Cojo el autobus nocturno que me trae a casa. Me siento enfrente del ordenador, y dejo que fluya este texto, algo superfluo, algo coñazo, algo raro. Y terminando estas palabras me doy cuenta de que mañana toca madrugar de nuevo; aunque menos, sólo será a las 9:00, que tengo cita con el medico, que ya es hora de que alguien me mire la mano y el pie, que los tengo machacados por lo mío. Y, teniendo en cuenta que son casi las 3 de la mañana, no voy a dormir mucho esta noche.
Ah, sólo como apunte, y quizá como excusa y respuesta a por qué este texto es tan extraño. ayer me acoste a las 2:30; asi que, la noche pasada sólo dormí 4 horas, porque me costó dormirme mucho. Por lo que mis neuronas están ebrias de cansancio, exhaustas de trabajo y, quizá, sólo quizá, drogadas de cafeína, de la cafeína que tenían todos los cafés que me tomé en el día de hoy para sobrevivir al mismo día.
P.D. La canción está incluida en el último disco del cantautor Dani Flaco, uno de los cantautores más en forma de los últimos años.
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