"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes..."

viernes, 6 de enero de 2012

Pablo Moro

Aquí una pequeña selección de canciones de Pablo Moro que, personalmente, me encantan. He prescindido de poner las típicas en mí, salvo una. Solo añadiré que todas las que he puesto las he sentido mías en algún momento que las he cantado.

(8)
Jodidos pero contentos,
viendo los años pasar
como gaviotas de ojos tristes.

Desnudos pero violentos
estropeando el final
pero jugando al despiste.

Tengo que arreglar unos asuntos,
después te llamaré.
Te obligaré a ponernos juntos
entre la espada y la pared.

Será como aquella vez que temblaste
en las afueras de Madrid.
Será como abrirle las piernas a la ciudad,
como volver al tiempo
en que ni yo tenía un disfraz
ni tú soñabas con ser actriz.


Dos perdedores sinceros
firmando eclipses de sol,
pero bebiéndonos los vientos.

Tengo que actuar como si hubiera
algo que perder.
Te obligaré a ser la primera
mentira en hacerme caer.

Y será como aquella vez que temblaste
en las afueras de Madrid.
Será como abrirle las piernas a la ciudad,
como volver al tiempo
en que ni yo tenía un disfraz
ni tú soñabas con ser actriz.
(8)


(8)
Una americana de pana,
un boli que le robé al poli que me detuvo,
el sueño que tuvo ayer una mujer que me dejó.

Una balada dedicada,
una foto de la moto que no pude comprar,
el papel de liar de Bob Marley.

Las cartas más altas, un ´te echo de menos´,
las canciones que no pudo escribir Lennon,
mis pequeñas faltas.

Una caracola sin olas,
un cigarro del barrio chino de Barcelona,
un regate de Maradona, un planeta por descubrir.

Unos zapatos baratos,
el equipaje de viaje hacia Maraquech,
la taza de aquel café en el que te conocí.

Tu ropa en mi armario, la hoguera del viento,
te dejo ante notario el año que dejó de soplar el viento.

No tengo más que ofrecerte
que esta lista de bagatelas,
las tres carabelas de Colón y esta canción.

No tengo más que ofrecerte,
ahora que no volveré a verte,
te dejo sólo eso y mi corazón.

Una duda desnuda,
una aguja de la bruja que me envenenó,
el tic-tac del reloj, la vida en Marte.

Un recuerdo sincero,
un beso de esos que nunca se olvidan,
un montón de despedidas
y los cuentos que no pude contarte
.
Una palabra, una nota,
todos los ´te quiero´ que pude robarte
y una derrota.

No tengo más que ofrecerte
que esta lista de bagatelas,
las tres carabelas de Colón y esta canción.

No tengo más que ofrecerte,
ahora que no volveré a verte,
te dejo sólo eso y mi corazón.

Todos los días de Septiembre,
las cosas que no entiendes,
los acordes de un viejo rock n`roll.

El secreto de las ciudades,
dos mil mentiras y dos verdades.
Eso y lo que encuentres en el cajón.

No tengo más que ofrecerte
que esta lista de bagatelas,
las tres carabelas de Colón y esta canción.

No tengo más que ofrecerte,
ahora que no volveré a verte,
te dejo sólo eso y mi corazón.
(8)


(8)
Ojalá supiera cantar tu canción favorita
y dejases de mirar de una vez el reloj.
Tengo una buena y una mala noticia:
la mala es que te quiero, la buena que no tengo valor.

Ojalá te escondieras con miedo en mi cama
de las nubes cargadas de lluvia, de tu contestador.
No entiendo la poesía, no me andaré por las ramas,
ya hay demasiadas mentiras en las canciones de amor.

Así que quédate, que no será para siempre,
esperaremos juntos que nos separe septiembre.

Así que quédate, que suba la marea,
pase lo que pase habrá merecido la pena.

Ojalá fuera fácil convencerte de todo
sin hacerte promesas que no voy a saber cumplir.
¿Quién puede jurar que es real su mapa del tesoro?
¿quién sabe los secretos para hacerte feliz?

Así que quédate, que no será para siempre,
esperaremos juntos que nos separe septiembre.

Así que quédate, que suba la marea,
pase lo que pase habrá merecido la pena.
(8)


(8)
Después me quedaré solo.
Se irán todos a dormir.
Tendré que pensar un poco.
Tendré que fingir.

Vendrás a coger un trozo,
tendré que mentir.
Querrás llevártelo todo
a la hora de huir.

Tendré que dejarlo claro esta vez.
Vendrás con el mismo cuento que ayer.
No voy a caer.
no voy a caer.
(8)



(8)
Ojalá que suba la marea hasta tu pelo,
que caiga nuestra ropa por el suelo
en alguna pensión,
para no poner muy alto el listón del deseo.

Ojalá que no tenga que salir a buscarte,
que no llegues tarde a la cita,
que sea yo en quien pienses cada noche
cuando, al acostarte, te tocas y te excitas.

Ojalá que te encuentre en la fiesta del barrio,
que la orquesta guíe nuestros pasos,
que nos sorprendan el sol y el barrendero
borrachos bailando.

Ojalá que vengan tiempos mejores,
que me pongas los cuernos de la luna,
que beba entre tus piernas los licores
que guardas para noches especiales.
Que esta canción de cuna, por fin, cure mis males.

Ojalá que no quieras quedarte y tengas prisa,
que nos entre la risa al despedirnos,
que no me ponga tonto.
En fin, que no quede ridículo ser nosotros mismos.

Ojalá que te encuentre perdida en los bares,
que la ciudad sea uno de esos lugares
donde vale la pena
cumplir la dulce condena de estar vivos.

Ojalá que vengan tiempos mejores,
que me pongas los cuernos de la luna,
que beba entre tus piernas los licores
que guardas para noches especiales.
Que esta canción de cuna, por fin, cure mis males.

Ojalá que vengan tiempos mejores,
que me pongas los cuernos de la luna,
que beba entre tus piernas los licores
que guardas para tipos especiales.
Que esta canción de cuna, por fin, cure mis males.
(8)

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