"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes..."

lunes, 7 de junio de 2010

Como la vida misma

-¿A dónde te crees que vas? – Preguntó ella.
-Lo más lejos que pueda de ti, cariño. Quizá nunca consiga estar lo suficientemente lejos como para que nuestras vidas se olviden mutuamente; pero creo que sí podré irme bastante como para que mi pena no te afecte.
-¿ De qué hablas? No pretendas echar un polvo y luego irte como si nada hubiera ocurrido.
-Créeme, si pretendiera hacer eso ya lo habría hecho. Tu vida y la mía nunca estuvieron predestinadas a estar juntas. Lo sé yo. Lo sabes tú. Y creo que nadie más tiene por qué saberlo. Quizá ahora te parezca que lo que hago es cobarde y egoísta; pero dentro de un tiempo, cuando mires atrás y recuerdes este momento, te darás cuenta que hacer esto es lo mejor que pude hacer por los dos. Ninguno de los dos tiene que cargar con la losa de recordar al otro por siempre y para siempre, simplemente podemos recordarnos como lo que puede ser: una bonita noche en la que yo te conquisté y tú te dejaste conquistar; o una noche en la que tú y yo buscábamos esto, una unión sin ataduras, que nos permitiera desfogar nuestras almas atormentadas por el recuerdo y la nostalgia.
-¿Y tú cómo sabes que vivo atormentada por el recuerdo y la nostalgia?
-Porque, cariño, todos vivimos con una carga así.

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