"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes..."

miércoles, 5 de mayo de 2010

Climacofobia


Qué poco original es el ser humano cuando quiere. Si os dais cuenta, un simple hecho aislado ya es suficiente para que nuestra vida pueda cambiar, para que nuestra cabeza mande señales a nuestros sentidos y sintamos que el mundo se nos cae encima. Es así de sencillo, imaginaos que un día, por remoto que sea, tenéis un accidente de trafico y os partís una pierna, no por muchos sitios, no quiero ensañarme. Ese día, si os marca lo suficiente, será el día que empiece vuestra fobia a los coches, o en su defecto, vuestra fobia a la velocidad, o a conducir. Pues algo así me ha ocurrido a mí. Tuve un accidente trabajando, y hoy he descubierto que le tengo mucho respeto a las escaleras en las que ocurrió el accidente. Cuando tengo que subirlas es como que se me revuelve el estomago un poco, como avisándome de la proximidad de las escaleras. Sinceramente, es una putada, y sé que se me pasará; porque al final de la noche se me había pasado un poco el canguelo. Pero la primera sensación que tuve, esa en la que mi cabeza me decía que midiera mis pasos y tuviera cuidado con la escalera, que la escalera estaba allí, y era peligrosa, y que estaba esperando a que diera un paso en falso para traicionarme. Esa sensación, acojona, eso os lo aseguro.

P.D. La climacofobia es el miedo a las escaleras. Hoy he tenido climacofobia, el primer paso es aceptarlo.

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