martes, 28 de diciembre de 2010
La sombra de la libertad
domingo, 26 de diciembre de 2010
Querido John

lunes, 20 de diciembre de 2010
Antonio Gala
A continuación dos bellísimos poemas de Antonio Gala. Me sorprende no haberlo puesto antes.
Hoy se quemas los últimos recuerdos
en un atardecer de antiguas llamas.
Voces que no entendemos nos advierten
de lo que no entendemos y nos mata,
mientras la luz a su cubil retorna
póstuma y delicada.
¿Qué hacer teniendo manos todavía?
¿Esperaremos otra vez el alba,
o dejaremos que la luna venga
a llenarlas de nuevo de fantasmas?
Hoy la ciudad parece, con la lluvia,
una mano cerrada.
El ayer reverdece en la memoria
debajo de la acacia,
y el beso que nos dieron a su sombra
los labios nos abrasa.
Quién abriera paisajes
donde olvidar el alma…
Hay flores en el aire
que olvidan dar fragancia:
va envejecido mayo
y son ya todo filos las espadas.
Corazón, nos hirieron, nos hirieron.
Ya no nos queda nada
que dar, que recibir, que arrebatarnos.
Hemos oído tantas
frases de amor que ahora
se nos desploma sorda la esperanza…
Hoy se queman los últimos recuerdos
Y se dicen las últimas palabras.
………………………………………………………………………………………….....
Miró a mi corazón y dijo:”aquí.
Aquí hay sitio bastante”,
y apaciguó el amor sus estorninos
sobre mis tristes olivares.
Ensancho salas, avenidas,
la herida seca de los cauces:
desconocido quedó todo
por los pasillos familiares.
Qué cánticos de luz. Qué aromas claras.
Qué danza próxima y distante.
Cómo saltaba y florecía
por las enredaderas de la sangre.
Florecía. Saltaba. Florecía
de nuevo. Su sabor teñía el aire.
Alteradas, las ramas prometieron
redondear en frutos el instante.
¿Qué luna allí no hubiese concurrido?
¿Qué ruiseñor callara allí delante?
Ojos palparon, bocas acechaban.
Las roncas manos jadeantes
alzaron triunfos de jazmín
sobre los hombros del más frágil.
El tallo olvidó lo que sabía
porque aprendió la flor lo que no sabe.
Oh, inesperado. Oh, anhelado.
Cuando es vivir más importante,
la lengua quiere gritar: “¡Vivo!”
(Cerrad los ojos y olvidadme.
No envilezcáis ni la alegría
de ayer, ni la tristeza que ahora hace
ponerse el sol. Todo es sagrado;
todo es fecundo y adorable.)
Porque no brotan flores de la piedra
y en Betel vence siempre el Ángel,
tañe el amor su lira de oro
a un universo irremediable.
Mudos los labios del que sepa;
muda su voz. Que solo canten
los que en las manos tienen rosas
y siembran rosas y las pacen.
¿De qué vale la rosa imaginada
cuando hablan rosas a millares?
Yo miro manos, miro pechos,
miro relámpagos, paisajes,
nardos donde la aurora se posaba:
miré un jardín interminable.
Creció la miel que no razona
en la aridez de mis canchales.
Abrió ventanas matutinas
a relucientes pleamares…
Ya no. Ya no. Ya no encontramos
para seguir causa bastante.
Lo que ha de morir, muera; lo que ha
de pasar sin llevarnos, pase;
lo que va hacia la noche, que se oculte;
que no despierten al cadáver.
Vaya la rosa con su olor a cuestas,
el recuerdo, conmigo, y yo con nadie.
Repetiré, repetiré la dicha
que canté sonriendo, eterna, antes.
Miente la sed de quien se queda;
la verdad es de aquel que parte.
Miró a mi corazón –miraba-: “aquí.
Aquí hay sitio bastante.”
Y de un hachazo derrocó
el olivo más alto de la tarde.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Fragmentos literarios
Gracias a Dios, encontré a mi chino a tiempo. Es como estar casada con el dedo meñique, pero es sólo mío.
Me miró a los ojos, midió mi reacción a lo que acababa de contarme, y me dijo: Así que vete a buscar ahora mismo a esa criatura aunque sea verdad lo que te digan tus celos, sea como sea, que lo bailado no te lo quita nadie. Pero eso sí, sin romanticismos de abuelo
En serio, terminó con el alma: no te vayas a morir sin probar la maravilla de vivir con amor."
-Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez
"Adiós, buen amigo. Me voy; no sé adónde: eso es lo de menos, me voy para no volver nunca. ¡Qué amargura ver que los únicos sueños que no pueden hacerse realidad son los sueños hermosos! Pero quizás esto es mejor, porque así cuenta uno con la hermosura perenne de sus sueños.
Sea feliz y deséele lo mismo a la única mujer que pensó en usted hasta el instante de conocerle y dejó de pensar desde el instante en que le conoció..."
-Pero... ¿hubo alguna vez once mil virgenes?
Enrique Jardiel Poncela
"...
-Sigamos derecho, derecho, derecho, otra vez hasta La Dorada.
Fermina Daza se estremeció, porque reconoció la antigua voz iluminada por la gracia del Espíritu Santo y miró al capitán: él era el destino. Pero el capitán no la vio porque estaba anonadado por el tremedo poder de inspiración de Florentino Ariza.
-¿Lo dice en serio?-le preguntó.
-Desde que nací-dijo Florentino Ariza-, no he dicho una sola cosa que no sea en serio.
El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
-¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?-le preguntó.
Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, sietes meses y once días con sus noches.
-Toda la vida-dijo."
-El amor en los tiempos del colera
Gabriel García Márquez
"Y luego los ojos. Imposible imaginar unos ojos más opuestos a los de un ciego. Brillantes, expresivos, sin rodar como los de los locos, sin permanecer extáticos como el de Dios. Ojos humanos, cambiantes, auténticas ventanas del alma. A causa de los ojos, las cejas y el ama, le bastaba ponerse un vestido negro y unos tacones altos para parecer una reina. Una reina con gran ternura en su porte, especialmente cuando se hablaba de alguien que sufría o cuando, terminado el trabajo en la cocina o en los dormitorios, se quitaba el delantal y se sentaba en el comedor a repasar la ropa bajo un precioso calendario de corcho que representaba una tempestad. "
-Los cipreses creen en Dios
José María Gironella
"…, cuando se me acabó la esperanza me refugié en la paz de la música. Fue como un bebedizo emponzoñado: cada palabra era ella. Siempre había necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendía más a la música que a la escritura. Entonces fue al revés; sólo pude escribir a la sombra de la música. Mi vida se llenó de ella. Las notas que escribí aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor.
La falta de sosiego acabó con el rigor de mis días. Despertaba a las cinco, pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginándola en su vida irreal de levantar a sus hermanos, vestirlos para la escuela, darles el desayuno, si lo había, y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones.
Pasé hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecánico ni de día ni de noche, sin bañarme, sin afeitarme, sin cepillarme los dientes, porque el amor me enseñó demasiado tarde que uno se arregla para alguien, se viste y se perfuma para alguien, y yo nunca había tenido para quién."
-Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez
"Ocurrió que, al cabo, comenzaron a esparcirse las visitas al gabinetito... Cesaron al fin del todo. El terrón de azúcar del amor se disolvía en el café del hastío. La ilusión, como los motores, marcha bien al principio; empieza luego a tener pannes y, por fin, queda inservible... y aquel motor se paró, ya exhausto. "
-Prologo de ¡ Espérame en Siberia, vida mía!
Enrique Jardiel Poncela
"Como a veces ocurre, en un momento dado el tiempo se detuvo y ese momento duró más que cualquier otro. Y el sonido se detuvo, y el momento se detuvo durante mucho tiempo, mucho más tiempo que un momento."
-De ratones y hombres
John Steinbeck
Lucha contra el pasado
domingo, 12 de diciembre de 2010
No hace tanto
jueves, 9 de diciembre de 2010
Rayuela. Capitulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Testamento del Miércoles de Mario Benedetti
De esos que se usan como colofón de vida
Es un testamento mucho más sencillo
Tan sólo para el fin de la jornada
o sea que lego para mañana jueves
las preocupaciones que me legara el martes
levemente alteradas por dos digestiones
las usuales noticias del cono sur
y una nube de mosquitos casi vampiros
lego mis catorce estornudos del mediodía
una carta a mi mujer en que falta la posdata
el final de una novela que a duras penas leo
las siete sonrisas de cinco muchachas
ya que hubo una que me brindó tres
y el ceño fruncido de un señor
que no conozco ni aspiro a conocer
Lego un colorido ajedrez moscovita
una computadora japonesa sin pilas
y la buena radio en que está sonando
el español grisáceo de la bibicí
ah la olivetti y el cepillo de dientes
no los lego porsiaca
Lego los crujidos de mis viejas bisagras
también una tajada de mi sombra
no toda porque un hombre sin su sombra
no merece el respeto de la gente
Lego el pescuezo recién lavado
como para un jueves de guillotina
una maceta con hierbabuena
y otra con un boniato que me hastía
ya que esta cargante convolvulácea
me está, invadiendo el cuarto con sus hojas
Lego los suburbios de una idea
un tríptico de espejos que me agrede
el mar allá al alcance de la mano
mis cóleras por orden alfabético
y un breve y curioso estado de ánimo
que todavía no sé si es inocencia
o estupidez malsana
o alegría
Sólo ahora lo advierto
En paredes y anaqueles y venas
en glándulas y techos y optimismos
me quedan tantas cosas por legar
que mejor las incluyo en otro testamento
Digamos
El del viernes.
domingo, 5 de diciembre de 2010
His Haircut - 13th April
Sorry for not giving you my friendship
But it’s true that you could choose
Sorry, I mean it
I just wanna go on and on with my life
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Sorry for hating you so much right now
I just wanna go on and on with my life
It’s just my point of view
I just wanna go on and on with my life
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Oh! I’m sorry for hating you so much
But it’s true that I just wanna go with my life
You fucked all that time, you fucked all that time
And I won’t give up for my time to smile
Now I’m sorry for could not be friends
But it’s true that you’ve decided to replace my life
And I truly sorry for blot you out
But I’m enjoying the intimacy of my time
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Aforismos varios de Jardiel Poncela
- El amor es igual que los eclipses de Sol; el primero obliga a madrugar y a ir a verlo al observatorio; el segundo se ve desde el balcón de casa; del tercero se entera uno por los periódicos.
- El amor es como una goma elástica que dos seres mantuvieran tirando sujetándola con los dientes; un día uno de los que tiraban se cansa, suelta y la goma le da al otro en las narices.
- El amor es como los columpios, porque casi siempre empieza siendo diversión y casi siempre acaba dando náuseas.
- Conservar la amistad después de una ruptura de amor es como invertir seis horas en una partida de ajedrez para acabarla en tablas.
- En amor, la mujer y el hombre son ferrocarriles de trayecto limitado, y, como la existencia es un viaje muy largo, se ven obligados a cambiar varias veces de tren.
- El amor es como las cajas de cerillas, que desde el primer momento sabemos que nos tienen que acabar y siempre se nos acaban cuando menos lo esperábamos.
- Las mujeres son como los cafés; se entra en muchos a los que ya no se vuelve más, pero un día se encuentra uno al azar y es tan confortable que ya no se vuelve a salir de él en la vida.
- De acuerdo con la Grafología, para tener un carácter sereno, ecuánime y ordenado, lo mejor es escribir a máquina.