martes, 28 de diciembre de 2010
La sombra de la libertad
domingo, 26 de diciembre de 2010
Querido John

lunes, 20 de diciembre de 2010
Antonio Gala
A continuación dos bellísimos poemas de Antonio Gala. Me sorprende no haberlo puesto antes.
Hoy se quemas los últimos recuerdos
en un atardecer de antiguas llamas.
Voces que no entendemos nos advierten
de lo que no entendemos y nos mata,
mientras la luz a su cubil retorna
póstuma y delicada.
¿Qué hacer teniendo manos todavía?
¿Esperaremos otra vez el alba,
o dejaremos que la luna venga
a llenarlas de nuevo de fantasmas?
Hoy la ciudad parece, con la lluvia,
una mano cerrada.
El ayer reverdece en la memoria
debajo de la acacia,
y el beso que nos dieron a su sombra
los labios nos abrasa.
Quién abriera paisajes
donde olvidar el alma…
Hay flores en el aire
que olvidan dar fragancia:
va envejecido mayo
y son ya todo filos las espadas.
Corazón, nos hirieron, nos hirieron.
Ya no nos queda nada
que dar, que recibir, que arrebatarnos.
Hemos oído tantas
frases de amor que ahora
se nos desploma sorda la esperanza…
Hoy se queman los últimos recuerdos
Y se dicen las últimas palabras.
………………………………………………………………………………………….....
Miró a mi corazón y dijo:”aquí.
Aquí hay sitio bastante”,
y apaciguó el amor sus estorninos
sobre mis tristes olivares.
Ensancho salas, avenidas,
la herida seca de los cauces:
desconocido quedó todo
por los pasillos familiares.
Qué cánticos de luz. Qué aromas claras.
Qué danza próxima y distante.
Cómo saltaba y florecía
por las enredaderas de la sangre.
Florecía. Saltaba. Florecía
de nuevo. Su sabor teñía el aire.
Alteradas, las ramas prometieron
redondear en frutos el instante.
¿Qué luna allí no hubiese concurrido?
¿Qué ruiseñor callara allí delante?
Ojos palparon, bocas acechaban.
Las roncas manos jadeantes
alzaron triunfos de jazmín
sobre los hombros del más frágil.
El tallo olvidó lo que sabía
porque aprendió la flor lo que no sabe.
Oh, inesperado. Oh, anhelado.
Cuando es vivir más importante,
la lengua quiere gritar: “¡Vivo!”
(Cerrad los ojos y olvidadme.
No envilezcáis ni la alegría
de ayer, ni la tristeza que ahora hace
ponerse el sol. Todo es sagrado;
todo es fecundo y adorable.)
Porque no brotan flores de la piedra
y en Betel vence siempre el Ángel,
tañe el amor su lira de oro
a un universo irremediable.
Mudos los labios del que sepa;
muda su voz. Que solo canten
los que en las manos tienen rosas
y siembran rosas y las pacen.
¿De qué vale la rosa imaginada
cuando hablan rosas a millares?
Yo miro manos, miro pechos,
miro relámpagos, paisajes,
nardos donde la aurora se posaba:
miré un jardín interminable.
Creció la miel que no razona
en la aridez de mis canchales.
Abrió ventanas matutinas
a relucientes pleamares…
Ya no. Ya no. Ya no encontramos
para seguir causa bastante.
Lo que ha de morir, muera; lo que ha
de pasar sin llevarnos, pase;
lo que va hacia la noche, que se oculte;
que no despierten al cadáver.
Vaya la rosa con su olor a cuestas,
el recuerdo, conmigo, y yo con nadie.
Repetiré, repetiré la dicha
que canté sonriendo, eterna, antes.
Miente la sed de quien se queda;
la verdad es de aquel que parte.
Miró a mi corazón –miraba-: “aquí.
Aquí hay sitio bastante.”
Y de un hachazo derrocó
el olivo más alto de la tarde.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Fragmentos literarios
Gracias a Dios, encontré a mi chino a tiempo. Es como estar casada con el dedo meñique, pero es sólo mío.
Me miró a los ojos, midió mi reacción a lo que acababa de contarme, y me dijo: Así que vete a buscar ahora mismo a esa criatura aunque sea verdad lo que te digan tus celos, sea como sea, que lo bailado no te lo quita nadie. Pero eso sí, sin romanticismos de abuelo
En serio, terminó con el alma: no te vayas a morir sin probar la maravilla de vivir con amor."
-Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez
"Adiós, buen amigo. Me voy; no sé adónde: eso es lo de menos, me voy para no volver nunca. ¡Qué amargura ver que los únicos sueños que no pueden hacerse realidad son los sueños hermosos! Pero quizás esto es mejor, porque así cuenta uno con la hermosura perenne de sus sueños.
Sea feliz y deséele lo mismo a la única mujer que pensó en usted hasta el instante de conocerle y dejó de pensar desde el instante en que le conoció..."
-Pero... ¿hubo alguna vez once mil virgenes?
Enrique Jardiel Poncela
"...
-Sigamos derecho, derecho, derecho, otra vez hasta La Dorada.
Fermina Daza se estremeció, porque reconoció la antigua voz iluminada por la gracia del Espíritu Santo y miró al capitán: él era el destino. Pero el capitán no la vio porque estaba anonadado por el tremedo poder de inspiración de Florentino Ariza.
-¿Lo dice en serio?-le preguntó.
-Desde que nací-dijo Florentino Ariza-, no he dicho una sola cosa que no sea en serio.
El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
-¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?-le preguntó.
Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, sietes meses y once días con sus noches.
-Toda la vida-dijo."
-El amor en los tiempos del colera
Gabriel García Márquez
"Y luego los ojos. Imposible imaginar unos ojos más opuestos a los de un ciego. Brillantes, expresivos, sin rodar como los de los locos, sin permanecer extáticos como el de Dios. Ojos humanos, cambiantes, auténticas ventanas del alma. A causa de los ojos, las cejas y el ama, le bastaba ponerse un vestido negro y unos tacones altos para parecer una reina. Una reina con gran ternura en su porte, especialmente cuando se hablaba de alguien que sufría o cuando, terminado el trabajo en la cocina o en los dormitorios, se quitaba el delantal y se sentaba en el comedor a repasar la ropa bajo un precioso calendario de corcho que representaba una tempestad. "
-Los cipreses creen en Dios
José María Gironella
"…, cuando se me acabó la esperanza me refugié en la paz de la música. Fue como un bebedizo emponzoñado: cada palabra era ella. Siempre había necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendía más a la música que a la escritura. Entonces fue al revés; sólo pude escribir a la sombra de la música. Mi vida se llenó de ella. Las notas que escribí aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor.
La falta de sosiego acabó con el rigor de mis días. Despertaba a las cinco, pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginándola en su vida irreal de levantar a sus hermanos, vestirlos para la escuela, darles el desayuno, si lo había, y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones.
Pasé hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecánico ni de día ni de noche, sin bañarme, sin afeitarme, sin cepillarme los dientes, porque el amor me enseñó demasiado tarde que uno se arregla para alguien, se viste y se perfuma para alguien, y yo nunca había tenido para quién."
-Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez
"Ocurrió que, al cabo, comenzaron a esparcirse las visitas al gabinetito... Cesaron al fin del todo. El terrón de azúcar del amor se disolvía en el café del hastío. La ilusión, como los motores, marcha bien al principio; empieza luego a tener pannes y, por fin, queda inservible... y aquel motor se paró, ya exhausto. "
-Prologo de ¡ Espérame en Siberia, vida mía!
Enrique Jardiel Poncela
"Como a veces ocurre, en un momento dado el tiempo se detuvo y ese momento duró más que cualquier otro. Y el sonido se detuvo, y el momento se detuvo durante mucho tiempo, mucho más tiempo que un momento."
-De ratones y hombres
John Steinbeck
Lucha contra el pasado
domingo, 12 de diciembre de 2010
No hace tanto
jueves, 9 de diciembre de 2010
Rayuela. Capitulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Testamento del Miércoles de Mario Benedetti
De esos que se usan como colofón de vida
Es un testamento mucho más sencillo
Tan sólo para el fin de la jornada
o sea que lego para mañana jueves
las preocupaciones que me legara el martes
levemente alteradas por dos digestiones
las usuales noticias del cono sur
y una nube de mosquitos casi vampiros
lego mis catorce estornudos del mediodía
una carta a mi mujer en que falta la posdata
el final de una novela que a duras penas leo
las siete sonrisas de cinco muchachas
ya que hubo una que me brindó tres
y el ceño fruncido de un señor
que no conozco ni aspiro a conocer
Lego un colorido ajedrez moscovita
una computadora japonesa sin pilas
y la buena radio en que está sonando
el español grisáceo de la bibicí
ah la olivetti y el cepillo de dientes
no los lego porsiaca
Lego los crujidos de mis viejas bisagras
también una tajada de mi sombra
no toda porque un hombre sin su sombra
no merece el respeto de la gente
Lego el pescuezo recién lavado
como para un jueves de guillotina
una maceta con hierbabuena
y otra con un boniato que me hastía
ya que esta cargante convolvulácea
me está, invadiendo el cuarto con sus hojas
Lego los suburbios de una idea
un tríptico de espejos que me agrede
el mar allá al alcance de la mano
mis cóleras por orden alfabético
y un breve y curioso estado de ánimo
que todavía no sé si es inocencia
o estupidez malsana
o alegría
Sólo ahora lo advierto
En paredes y anaqueles y venas
en glándulas y techos y optimismos
me quedan tantas cosas por legar
que mejor las incluyo en otro testamento
Digamos
El del viernes.
domingo, 5 de diciembre de 2010
His Haircut - 13th April
Sorry for not giving you my friendship
But it’s true that you could choose
Sorry, I mean it
I just wanna go on and on with my life
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Sorry for hating you so much right now
I just wanna go on and on with my life
It’s just my point of view
I just wanna go on and on with my life
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Aleluyah!
Oh! I’m sorry for hating you so much
But it’s true that I just wanna go with my life
You fucked all that time, you fucked all that time
And I won’t give up for my time to smile
Now I’m sorry for could not be friends
But it’s true that you’ve decided to replace my life
And I truly sorry for blot you out
But I’m enjoying the intimacy of my time
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Aforismos varios de Jardiel Poncela
- El amor es igual que los eclipses de Sol; el primero obliga a madrugar y a ir a verlo al observatorio; el segundo se ve desde el balcón de casa; del tercero se entera uno por los periódicos.
- El amor es como una goma elástica que dos seres mantuvieran tirando sujetándola con los dientes; un día uno de los que tiraban se cansa, suelta y la goma le da al otro en las narices.
- El amor es como los columpios, porque casi siempre empieza siendo diversión y casi siempre acaba dando náuseas.
- Conservar la amistad después de una ruptura de amor es como invertir seis horas en una partida de ajedrez para acabarla en tablas.
- En amor, la mujer y el hombre son ferrocarriles de trayecto limitado, y, como la existencia es un viaje muy largo, se ven obligados a cambiar varias veces de tren.
- El amor es como las cajas de cerillas, que desde el primer momento sabemos que nos tienen que acabar y siempre se nos acaban cuando menos lo esperábamos.
- Las mujeres son como los cafés; se entra en muchos a los que ya no se vuelve más, pero un día se encuentra uno al azar y es tan confortable que ya no se vuelve a salir de él en la vida.
- De acuerdo con la Grafología, para tener un carácter sereno, ecuánime y ordenado, lo mejor es escribir a máquina.
lunes, 29 de noviembre de 2010
Era un niño que soñaba... de Antonio Machado
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó! "
domingo, 28 de noviembre de 2010
viernes, 26 de noviembre de 2010
La inspiración
jueves, 25 de noviembre de 2010
Más Love Of Lesbian
En tus sábanas vi su cara
y otras muchas cosas más.
Qué misterio,
llama a un médium hoy,
lamo estigmas en tu piel
con sabor a él.
Voy a entrar en fase paranoia
si me insistes con él,
de sus vicios y sus fobias
lo sé todo, casi todo de él.
Y me convierto en un gusano miserable
cuando me hablas de él.
No odio a nadie que conozca
pero en cambio quiero ahorcarlo al revés,
¿no lo ves?
Vives en su dictadura
donde sólo manda él.
Yo soy el extra de una escena
que él no quiere hacer.
Me pone histérico,
llama a un médico,
yo nunca he estado en ese hotel,
¡deberías ir con él!
Voy a entrar en fase paranoia
si me insistes con él,
monotema recurrente,
mi dentera, sarpullido, acidez.
Y se dilatan tus pupilas
si te dicen que lo han visto pasear,
y se humedecen tus ojitos
cuando sueltan que iba con alguien más.
Valórame o fuera,
ya basta de él,
y es que en el fondo deseas
volver con él.
Y digo, ¡no!,
por mí no caerá
ni una falsa lágrima por la piscina
que aún llenas por él.
Y a decir verdad,
creo que me estoy enamorando,
ya lo he dicho,
sí, sí, sí, ¡de él!,
de tanto sufrir por él,
podría darme placer una vez.
Fuera ectoplasma, esfúmate,
fuera ectoplasma, esfúmate,
esfúmate hoy,
hoy, hoy, hoy."
para encontrarte y decirte "no habrá más reproches".
Intento mostrarte que lo mío es real,
quise alquilar un cantante de peso
y, la verdad, me asusté al leer esos precios.
No serás capaz de odiarme,
tan sólo quería ilustrar
que quiero arriesgarme a conocerte
porque el miedo al fin cayó, al fin cedió.
Tú mira hacia abajo, llevo una banda especial,
doscientos sonámbulos que silban de miedo,
flautistas morenos y seis timbaleros, dos mancos
y espectros de noche que encontré en la ciudad,
como este anormal con un didgeridoo negro,
mal ventilado y peor de los nervios que yo.
No serás capaz de odiarme,
si lo he empeorado aún más
que bajen tus labios y me callen,
sino empezaremos a silbar.
Por si alguien aún duerme,
incendios de nieve y calor, calor,
a veces te pasas, incendios de nieve y calor, calor.
Y al parecer nos sienta bien pelear,
justo al contrario, fortalece más.
Supera esto, no serás capaz,
supera esto, no serás capaz,
no ..."
Frases varias
jueves, 11 de noviembre de 2010
El ABC del perfecto idiota
A veces creo que
B o fantasmas que no
C derán al tiempo,
D bería estar contento.
E vuelto a hablar de mí.
F ctivamente: mi ego,
G sto feo.
H intercalada en mi almohada.
I hoy no tengo cuerpo de
J , pa variar.
K nsado, como siempre,
L gido tumbarme en el sofá.
El ABC del perfecto idiota.
Coge una pluma y un papel
que te deletreo los millones de defectos
con los que adorno mi pared.
Habrá que hacer un nuevo abecedario
cogeremos letras griegas:
alfa, beta, gamma, delta.
Y me invento un par de ellas con dibujos animados de los 80.
M ntido,
N gado a Dios.
A la Ñ que le den por saco,
O cho horas lo he intentado.
P rdóname
Q entos nunca me han faltado.
R ido y he llorado,
S guido mi camino.
T lo admito:
U so noches para el día.
Vodka,
Whisky, no me faltan.
Solo me quedan tres letras...
X,
Y y
Z.
El ABC del perfecto idiota.
Coge una pluma y un papel
que te deletreo los millones de defectos
con los que adorno mi pared.
Habrá que hacer un nuevo abecedario
cogeremos letras griegas:
alfa, beta, gamma, delta.
Y me invento un par de ellas con dibujos animados de los 80.
domingo, 26 de septiembre de 2010
viernes, 24 de septiembre de 2010
La inutilidad de sufrir
Ahora mismo veo la inutilidad de sufrir por estas cosas. No cambiará nada que yo esté angustiado por verte o hablarte, cuando eso no cambiará el hecho de que no ocurre. Por eso estoy ahora mismo entendiendo la inutilidad de este sufrimiento. Por mucho que yo desee algo, ese algo no vendrá a la realidad. Así que, no sé si dejar de desearlo, si dar por vencido mi deseo y dejar entrar a lo que posiblemente sea la realidad: nunca desearás esto de la misma forma en que yo lo desee.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Dejame preguntarte...
-Déjame preguntarte una cosa, ¿Por qué? ¿Por qué sigues persiguiéndome de esta manera? Cuando voy a un sitio, tú vienes detrás, y cuando decido hacer una cosa, tú estas siempre allí diciendo que me estás apoyando. Yo no creo que sea así, más bien creo que solo lo haces por ti, por sentirte bien jodiendome un poco el día.
-¿De verdad quieres saber por qué hago eso? De acuerdo, lo sabrás. Si te persigo, como dices tú, no es más que porque una persona una vez me dijo que cuando tuviera un deseo en mi vida, no dudara en perseguirlo hasta hacerlo realidad. Que si alguna vez quiero algo de verdad, tengo que luchar por conseguirlo. Y en este mismo instante, mi deseo y lo que quiero es estar a tu lado, ya sea como amigo, algo más, o solo como persona anónima que te ve pasar por el mundo; porque lo único que necesito para sentirme tranquilo y bien en mi interior es verte pasar por la calle, verte sonreír en una terraza, o simplemente oírte reír por alguna tontería por teléfono. Y creo que no pido mucho con eso, porque no te pido ni que me mires, ni que te preocupes por mí como yo me preocupo por ti. Solo pido ser testigo de esos pequeños e insignificantes momentos de tu vida que parecen no ser trascendente en el mundo; pero que para mí son los que hacen que el mundo tenga sentido.
martes, 21 de septiembre de 2010
Ese elefante
No podemos pretender que este elefante no se encuentra ahí en medio, mirando inquisitivamente a nuestra persona. Quizá tú no lo deseaste, quizá ni siquiera pensaste que fuera posible que estuviera allí un día; pero ya llegó el momento, tú y yo debemos plantar cara a este momento. Créeme si te digo que no será fácil. Ahora al mirar mis manos sólo veo vacío entre mis dedos, donde antes hubo otros dedos ahora sólo me queda eso. Y a pesar de no querer darte pena, creo que la única forma en que consigo tu atención es dándotela. Pensar en lo que pudo ser no podría ayudar, y aunque pueda parecer un recurso fácil, en realidad es un duro trabajo reconocer dónde hubo fallos. Sé que estuve equivocado. Sé que di demasiado de mí cuando en realidad no había ganado nada a cambio; pero ahora es tarde para rectificar, y no pensaba hacerlo. No me arrepiento de lo que hice, por mucho que pueda parecerlo. Cada día que pasa estoy menos de acuerdo con la frase de Love Story. Si amar significara no tener que decir nunca lo siento, entonces nunca he querido a nadie tanto, y eso sería un duro golpe para mi autoestima. Así que, dejemos de intentar evitar al elefante, porque seguirá mucho tiempo entre nosotros, y se merece algo de atención, por lo menos yo lo creo así.
martes, 22 de junio de 2010
Un vistazo al pasado
lunes, 7 de junio de 2010
Como la vida misma
-Lo más lejos que pueda de ti, cariño. Quizá nunca consiga estar lo suficientemente lejos como para que nuestras vidas se olviden mutuamente; pero creo que sí podré irme bastante como para que mi pena no te afecte.
-¿ De qué hablas? No pretendas echar un polvo y luego irte como si nada hubiera ocurrido.
-Créeme, si pretendiera hacer eso ya lo habría hecho. Tu vida y la mía nunca estuvieron predestinadas a estar juntas. Lo sé yo. Lo sabes tú. Y creo que nadie más tiene por qué saberlo. Quizá ahora te parezca que lo que hago es cobarde y egoísta; pero dentro de un tiempo, cuando mires atrás y recuerdes este momento, te darás cuenta que hacer esto es lo mejor que pude hacer por los dos. Ninguno de los dos tiene que cargar con la losa de recordar al otro por siempre y para siempre, simplemente podemos recordarnos como lo que puede ser: una bonita noche en la que yo te conquisté y tú te dejaste conquistar; o una noche en la que tú y yo buscábamos esto, una unión sin ataduras, que nos permitiera desfogar nuestras almas atormentadas por el recuerdo y la nostalgia.
-¿Y tú cómo sabes que vivo atormentada por el recuerdo y la nostalgia?
-Porque, cariño, todos vivimos con una carga así.
martes, 1 de junio de 2010
Un poco de acústico
lunes, 31 de mayo de 2010
Love of Lesbian
Donde solíamos gritar.
Diez años antes de este ahora sin edad
aún vive el monstruo y aún no hay paz.
Y en los bancos que escribimos
medio a oscuras, sin pensar,
todos los versos de "Heroes"
con las faltas de un chaval,
aún estan están.
Y aún hoy, se escapa a mi control,
problema y solución,
y es que el grito siempre acecha,
es la respuesta.
Y aún hoy, sólo el grito y la ficción
consiguen apagar
las luces de mi negra alerta.
Tengo un cuchillo y es de plástico
donde solía haber metal,
y el libro extraño que te echó de párvulos,
sus hojas tuve que incendiar.
Y en los hierros que separan
la caída más brutal
siguen las dos inicales
que escribimos con compás.
Ahí están...
Vertical y transversal
soy grito y soy cristal,
justo el punto medio,
el que tanto odiabas
cuando tú me repetías que
te hundirá y me hundirá,
y solamente el grito nos servirá.
Decías "es fácil" y solías empezar.
Y es que el grito siempre vuelve
y con nosotros morirá,
frío y breve como un verso,
escrito en lengua animal.
¡Y siempre está!
Te hundirá y me hundirá
y solamente el grito nos servirá
y ahora no es fácil,
tú solías empezar.
Vertical y transversal,
soy grito y soy cristal,
justo el punto medio,
el que tanto odiabas cuando
tú me provocabas aullar.
Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz.
Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz.
¿Por quién gritaba?
Lo sé y tú no
no preguntabas,
tú nunca, no."
"Todos los raros fuimos al concierto
del gran telépata de Dublín.
Media hora antes invadimos el metro,
yo iba obligado y tú en éxtasis.
Y tanto os daba ocho como ochenta
a los fanáticos de John Boy,
frente al estadio ya cantabais sus temas,
primeras filas vuestra obsesión.
Decíais que John Boy era boreal,
algo ambiguo y de infancia gris.
Sinceramente yo lo detestaba hasta morir.
La luz se desmayó.
¿Con cuál van a empezar?
A ti te daba igual,
dijiste acertará.
¿Cómo es posible
que haya estado en tus infiernos?
Es imposible, no, misterio,
y quién tuviera su don.
Sería posible conocerte más por dentro.
No lo conseguiré, saber más de ti.
Yo no soy fan, otro fan de John Boy.
Odio a John Boy, tú odiarás a John Boy.
De aquellas masas era el gran insecto,
"tiene poderes" llegaste a decir.
Creo que lleva media vida huyendo,
quizás le pasa lo mismo que a mí.
Había expandido su emisión global
desde Lima hasta Reikiavik.
y, sin embargo, a quien tenía cerca
no podía transmitir.
Mirada universal
de alcance personal,
me hipnotizó por fin
con su verso letal.
¿Cómo es posible
que haya estado en sus infiernos?
Es imposible, no, misterio,
y quién tuviera su don.
Sería posible conocerte más por dentro.
No lo conseguiré, nunca sabré,
si yo no tengo su don,
si yo no tengo su don.
Y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy,
y ahora ya soy otro fan de John Boy.
Y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy,
y ahora ya soy otro fan de John Boy "
sábado, 29 de mayo de 2010
El "Sobre mí" de rigor
domingo, 23 de mayo de 2010
Luis García Montero
Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.
Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.
Porque la vida entra en las palabras
como el mar en un barco,
cubre de tiempo el nombre de las cosas
y lleva a la raíz de un adjetivo
el cielo de una fecha,
el balcón de una casa,
la luz de una ciudad reflejada en un río.
Por eso, niebla a niebla,
cuando el amor invade las palabras,
golpea sus paredes, marca en ellas
los signos de una historia personal
y deja en el pasado de los vocabularios
sensaciones de frío y de calor,
noches que son la noche,
mares que son el mar,
solitarios paseos con extensión de frase
y trenes detenidos y canciones.
Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.
Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.
Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.
Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.
De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.
No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.
Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro,
agradece tu vida a mis fantasmas,
a la pasión que pongo en cada verso
por recordar el aire que respiras,
la ropa que te pones y me quitas,
los taxis en que viajas cada noche,
sirena y corazón de los taxistas,
las copas que compartes por los bares
con las gentes que viven en sus barras.
Recuerda que yo espero al otro lado
de los tranvías cuando llegas tarde,
que, centinela incómodo, el teléfono
se convierte en un huésped sin noticias,
que hay un rumor vacío de ascensores
querellándose solos, convocando
mientras suben o bajan tu nostalgia.
Recuerda que mi reino son las dudas
de esta ciudad con prisa solamente,
y que la libertad, cisne terrible,
no es el ave nocturna de los sueños,
sí la complicidad, su mantenerse
herida por el sable que nos hace
sabemos personajes literarios,
mentiras de verdad, verdades de mentira.
Recuerda que yo existo porque existe este libro,
que puedo suicidarnos con romper una página.
domingo, 9 de mayo de 2010
miércoles, 5 de mayo de 2010
Climacofobia
Qué poco original es el ser humano cuando quiere. Si os dais cuenta, un simple hecho aislado ya es suficiente para que nuestra vida pueda cambiar, para que nuestra cabeza mande señales a nuestros sentidos y sintamos que el mundo se nos cae encima. Es así de sencillo, imaginaos que un día, por remoto que sea, tenéis un accidente de trafico y os partís una pierna, no por muchos sitios, no quiero ensañarme. Ese día, si os marca lo suficiente, será el día que empiece vuestra fobia a los coches, o en su defecto, vuestra fobia a la velocidad, o a conducir. Pues algo así me ha ocurrido a mí. Tuve un accidente trabajando, y hoy he descubierto que le tengo mucho respeto a las escaleras en las que ocurrió el accidente. Cuando tengo que subirlas es como que se me revuelve el estomago un poco, como avisándome de la proximidad de las escaleras. Sinceramente, es una putada, y sé que se me pasará; porque al final de la noche se me había pasado un poco el canguelo. Pero la primera sensación que tuve, esa en la que mi cabeza me decía que midiera mis pasos y tuviera cuidado con la escalera, que la escalera estaba allí, y era peligrosa, y que estaba esperando a que diera un paso en falso para traicionarme. Esa sensación, acojona, eso os lo aseguro.